¿Le gustaría alejarse de todo durante un tiempo? En el Camping du Goulet tenemos lo que necesita. Situado en el norte del Finisterre, nuestro camping está repleto de actividades y visitas de todo tipo, ¡que harán las delicias de grandes y pequeños!
Actividades que no debe perderse cerca de nuestro camping en Brest
Empecemos por dar una vuelta por Brest. Hay que decir que la ciudad de Brest está relativamente bien comunicada gracias a sus numerosos transportes públicos, pero quizá no se hable lo suficiente de su teleférico que une el centro de la ciudad con los imponentes talleres de Capucins. Desde 2016, este teleférico urbano que sobrevuela el río Penfeld permite acceder directamente a los talleres de los Capuchinos, un lugar donde se combinan ocio y cultura, pero que también ofrece numerosas exposiciones. En este lugar encontrará diversas actividades, como un cine que abrió sus puertas en febrero de 2023, pero también una mediateca. También encontrará salas de escalada para divertirse, desahogarse e incluso entrenar para los habituales.
Aunque los talleres ofrecen una amplia gama de actividades, también disponen de un gran espacio de co-working, también conocido como la sala de máquinas. En esta sala encontrará herramientas y máquinas que se utilizaban en la era industrial. También es un lugar para relajarse, o para ir en patines, patinar o disfrutar de estos enormes espacios mientras se pasea por sus diversas tiendas. Además, desde 2019 se expone el famoso «Canot de l’empereur» construido para Napoleón I en 1810. Finalmente fue repatriado al puerto de Brest tras la caída del imperio, donde volvió a ser utilizado por Napoleón III y su esposa Eugenia. Se conservaba en el Museo Nacional de la Marina de París desde 1943 antes de acabar en los Ateliers des Capucins de Brest.
Y si quieres comer, te recomendamos La Fabrik 1801, que ofrece una amplia gama de productos. Pizzas, hamburguesas, tortitas, tablas para compartir, hay para todos los gustos, todo ello en un ambiente cálido en un espacio abierto.
Al otro lado de Brest, si se aventura por el puerto deportivo de Moulin Blanc, podrá disfrutar de una excursión al el acuario Océanopolis accesible tanto en coche como en autobús. Tenga en cuenta también que el establecimiento ha habilitado instalaciones para personas con discapacidad con el fin de que su visita sea lo más agradable posible. No sólo se pueden ver muchas especies marinas, como caballitos de mar, rayas y medusas, sino que también ofrecen una amplia gama de actividades. De hecho, durante una mañana, los visitantes pueden ponerse en la piel de un cuidador dando de comer a focas o nutrias. Esta visita le permitirá tomar verdadera conciencia de la belleza y fragilidad del mundo marino mientras pasa un agradable día con los suyos.
Para una actividad más inusual, la ciudad de Brest ofrece cruceros a bordo del famoso barco La Recouvrance, réplica de un navío del siglo XIX. El nombre de este barco hace referencia al barrio más famoso de la ciudad de Brest, una pequeña referencia al hecho de que, en aquella época, las mujeres rezaban en esta calle por el regreso a salvo de sus hijos y maridos del mar. Puede disfrutar de varios paquetes, según le convenga, es decir, un crucero de varios días o uno de medio día. La tripulación le ofrece incluso la posibilidad de participar en las maniobras de navegación si lo desea, ¡para que pueda sumergirse de lleno en el mundo marítimo de la época!
Por último, un poco más al norte de Brest, en Milizac, si quiere pasar un día al aire libre disfrutando de emociones fuertes, vaya a la Recrée des 3 curés . Siempre en busca de nuevas atracciones, atrae por igual a jóvenes y mayores, y constituye una estupenda excursión con la familia y los amigos. Las atracciones son muy variadas, desde la tranquila ruta a caballo hasta la emocionante montaña rusa.
Los lugares que no debe perderse durante su estancia en nuestro camping de Brest.
Hablemos ahora de los lugares imprescindibles de Brest y sus alrededores. En primer lugar, al fondo de la rue de Siam, junto al Pont de Recouvrance, podrá visitar la imponente Tour Tanguy, del siglo XIV. Durante su visita disfrutará de un recorrido inmersivo por la vida en Brest antes de 1939, gracias a entretenidos vídeos y maquetas llenas de historia. Desde la Torre Tanguy se puede ver una parte del castillo que alberga el Museo Marítimo Nacional.
Cuando pases por delante de los talleres de los Capuchinos, si eres observador verás escalones, pero no podrás ver hasta dónde bajan. Si siente curiosidad, no dude en adentrarse en el callejón de Saint Malo. Esta pequeña callejuela es el único vestigio de la ciudad de Brest de 1690, ya que sobrevivió a los bombardeos.
A pocos kilómetros de nuestro camping en Brest, le aconsejamos ir al Phare du petit minou en Plouzané. Abierto a los visitantes en julio y agosto, puede pasear al pie del faro durante todo el año, donde tendrá una vista impresionante de los acantilados de Brest. Fácilmente accesible gracias a su aparcamiento situado a sólo 300 metros, podrá llegar a pie al lugar aprovechando al máximo el aire bretón con vistas a proteger el litoral, no lo olvide, la naturaleza es preciosa, ¡hay que respetarla!
Continúe su paseo hasta el fuerte de Bertheaume, construido en el siglo XVII para vigilar y proteger el puerto de Brest. El fuerte está abierto al público desde 1990 y, de abril a septiembre, se puede disfrutar de varios espectáculos de luz y sonido que cuentan la historia del fuerte a lo largo del tiempo. Los más aventureros también pueden disfrutar de sus dos tirolinas y su recorrido de escalada. Se trata de una forma bastante original de conocer mejor la historia de un edificio, al tiempo que se crean recuerdos inolvidables.
Por último, si quiere contemplar las vistas, no se pierda la Pointe Saint Mathieu, también conocida como Penn ar bed, que significa el fin del mundo, en Plougonvelin. ¿Otra ventaja de este pequeño rincón del paraíso? Su faro se alza en lo alto de los escarpados acantilados, a los que se puede subir. 163 pasos después tendrá una vista increíble del Parque Natural Marino de Iroise. Con su imponente estatura, vigila la antigua abadía, de la que hoy quedan vestigios, como su fachada románica y las arcadas de la nave. Y si tiene la suerte de ir allí para ver una puesta de sol, ¡el momento parecerá aún más mágico!
En resumen, el Norte de Finisterre está lleno de preciosos tesoros históricos y naturales que le están esperando.
Oficina de Turismo de Brest / William Bout / Rachel Omnès