¿Viene a Brest de vacaciones y quiere descubrir las mejores direcciones de la zona? Ha venido al lugar adecuado. Muchos de los restaurantes de la región se consideran un «must» cuando se visita Brest. Hay para todos los gustos: si prefiere el marisco, la cocina picante o el clásico bretón, las crepes, ¡seguro que encuentra lo que busca!
I. Las direcciones más próximas
Empecemos por un clásico: la brasserie Portzic: a dos pasos de nuestro camping, ofrece cada día nuevos menús, como el escalope de pavo al curry o los calamares a la créole. Tanto si quiere comer en el restaurante como para llevar, de 7 de la mañana a 6.30 de la tarde, siempre le recibirán con una sonrisa. Un consejo: reserve el día anterior para asegurarse una mesa.
Otra dirección cercana a nuestro camping es La Maison Blanche. Cada mediodía, un nuevo menú para degustar en el interior o en la terraza con vistas al pequeño puerto pesquero y a las coloridas casetas. Siempre le recibirán con una sonrisa y en un ambiente muy relajado, por lo que es el lugar perfecto para hacer un alto en sus vacaciones.
II. Especialidad en marisco
Luego, si pasea por el puerto comercial, busca un restaurante donde comer bien y es aficionado al marisco, le proponemos 2 alternativas: la Maison de l’Océan o el Crabe Marteau. No lo dudes si tienes la oportunidad de probar ambos. La maison de l’océan dispone de una terraza con vistas al puerto de Brest, donde podrá degustar sus especialidades a base de pescado a la parrilla y platos de marisco, como el «méli-mélo d’huîtres et langoustines» o el «plateau océan».
En cuanto a Le Crabe Marteau, seguro que le encantará este edificio del siglo XIX, donde la pesca del día se sirve en manteles hechos con periódicos. Su concepto se basa en capturar cangrejos en la costa y llevarlos al restaurante cada noche, ofreciéndote productos frescos y un menú que cambia con las estaciones.
III. Especialidades bretonas: crêpes
Si quiere probar platos típicos bretones, ¿por qué no prueba los crêpes? Cita en la crêperie moderne, en el centro de Brest. Dirigida por la familia Boënnec desde hace 4 generaciones, esta crepería fundada en 1922 elabora sus crepes ante sus propios ojos. No dude en disfrutar de sus crêpes con una jarra de sidra. Y si se detiene en una de las ciudades vecinas, ¡no deje de visitar la crepería Blé noir de Guilers! Situado a sólo 13 minutos de Brest, venga a degustar sus crepes 100% caseros, todo ello en un molino del siglo XVIII que conserva todo su encanto de época.
IV. Restaurantes con agradables vistas
Si después se dirige al moulin blanc para visitar Océanopolis o simplemente para pasear por la playa del moulin blanc pero no sabe dónde detenerse, le damos algunos consejos. Tiene el Grand Pavois, situado frente al puerto deportivo de Brest. Encontrará una gran variedad de platos, como hamburguesas, carnes variadas y ensaladas gourmet, todo ello con una excelente relación calidad-precio. Hay para todos los gustos, y además con unas vistas magníficas.
Otro lugar con una vista impresionante, esta vez del castillo y la Torre Tanguy, es el restaurante «Aux tours du château «. Encontrará una sabrosa cocina tradicional combinada con verduras de temporada. El chef le mimará con platos dignos de los mejores, como el foie gras casero y el risotto de vieiras. Hay mucho para deleitar el paladar. Y si no te importa un pequeño consejo, ¡lo mejor es disfrutar de la comida en la terraza en un día soleado!
V. Los originales
Si buscas algo original, pero sencillo, te recomiendo que pruebes Waffle Garden. En julio de 2022 abrió sus puertas un pequeño bar de gofres, situado al final de la calle Jean Jaurès, que ofrece una amplia variedad de gofres dulces y salados de todas las formas y tamaños. Desde un gofre de autor como el breizh waffle, hasta un gofre hecho totalmente a su gusto, o incluso un bubble waffle, su carta hará las delicias de los gourmets más exigentes, todo ello en un ambiente cálido y luminoso. Bonus: ¡sus gofres se sirven en pizarras!
VI. No se lo pierda
Sin olvidar los otros tesoros escondidos de Brest, que también merecen una visita. Le Trimaran, situado no lejos del puerto deportivo, es famoso por su ambiente náutico y sus delicias de marisco, y ofrece una perspectiva única de la historia marítima de la ciudad. Para los amantes de la aventura y los descubrimientos, una parada en Tour du Monde es obligada. Escápese a comer, saboree platos de todo el mundo y sumérjase en las historias de los viajes que han dado forma a este emblemático lugar.
Para un toque más tradicional, no se pierda el bistró P’tit Louis. Con su auténtico ambiente de Brest, es el lugar ideal para disfrutar de una bebida local mientras se escuchan anécdotas locales. Se dice que si las paredes pudieran hablar, contarían historias de marineros, artistas y residentes locales de antaño.
Por último, The Med ‘s es una experiencia en sí misma. Mezcla de sabores mediterráneos en el corazón de Brest, este restaurante es una celebración de la diversidad culinaria, que combina lo mejor de los dos mundos, el bretón y el mediterráneo.
Así que cuando visite Brest, no olvide añadir estas joyas a su itinerario gastronómico y cultural. Le transportaremos a un viaje de sabores, historias y descubrimientos que le acompañarán siempre.
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